Quien más quien menos, todos hemos oído hablar de "El Mundo de las Ideas" que Platón dejó latente en el Mito de la Caverna. Recuerdo que cuando lo escuché por primera vez, hace casi 15 años, yo sentía pena por aquéllas personas que, prisioneras en su propia ignorancia, daban por reales las sombras que se proyectaban sobre el suelo. Creo que en ese momento me identificaba con los cuerpos que daban lugar a esas sombras, LA REALIDAD, tal y como yo la entendía.
No obstante, el cabroncete de Platón (al que tengo que decir que odié durante todo el BUP) no tenía bastante con estos dos mundos de apariencias y cosas. Existía un mundo más, el mundo de las Ideas al que no era tan fácil llegar... Esto, bajo mi punto de vista, me coloca en una posición similar a la del esclavo de la caverna. Como él, doy por buena la realidad que me rodea, y como a él, mi ignorancia (a la que añadiría mi comodidad) me ata y me impide conocer la VERDAD.
No obstante, el cabroncete de Platón (al que tengo que decir que odié durante todo el BUP) no tenía bastante con estos dos mundos de apariencias y cosas. Existía un mundo más, el mundo de las Ideas al que no era tan fácil llegar... Esto, bajo mi punto de vista, me coloca en una posición similar a la del esclavo de la caverna. Como él, doy por buena la realidad que me rodea, y como a él, mi ignorancia (a la que añadiría mi comodidad) me ata y me impide conocer la VERDAD.
¿A qué viene todo esto? pues bien, todo esto me ha venido a la mente al comenzar a leer el blog de un grupo de amigas que han comenzado su andadura hace unos días. El blog se llama, como no podría ser de otra manera "¿Idealistas?" y a través de la visión crítica de las personas que lo han creado, espero recordarme a mí mismo frecuentemente que la realidad que me rodea puede que sea "lo que hay" pero no tiene por qué ser así. En tiempos de la era de la desinformación, no está de más que alguien como los Idealistas nos incomode y nos cuestione la realidad que nos rodea, empujándonos un pasito más adelante en el camino hacia ese mundo que Platón se inventó para que muchos nos cagáramos en la filosofía pre y postsocrática.