As time goes by

No sería sincero por mi parte escribir esta entrada como por casualidad, como si no supiera de sobra que hoy se cumple un año desde que creé la primera entrada del Días de mucho...
En aquel momento supuse que ésta sería otra de tantas cosas que he empezado con gran emoción y he ido dejando a medias como los niños pequeños con sus juguetes de Navidad. Estaba convencido que lo del blog se iría difuminando entre mis aficiones como un triunfito de segunda venido a menos. Así acabaron algunas figuras de Warhammer que empezamos a pintar a mano varios amiguetes, más de una colección de comics y decenas de dvds con películas que nunca veré aunque me mostrase entusiasmado cuando llegaron a mis manos. Podría poner muchos más ejemplos como el de las cortinas de mi habitación que tengo guardadas desde hace un año y medio por pura vagancia.
Entenderéis por tanto, que el simple hecho de haber continuado con este blog durante todo un año me llene de orgullo y satisfacción (¿de qué me suena esa expresión?).
En cuanto a la calidad... bueno... hace poco leí en otro blog que en realidad todo se ha dicho/escrito antes, y que seguramente en muchos sitios lo hayan hecho mucho mejor que yo. Yo me conformo de momento con ejercitar mis dedos y mi imaginación, y si de ello sale algún destello de buen gusto, bienvenido sea.
Por último, para no olvidar el título de este blog, que más que una predicción fatalista pretende una actitud de prudencia ante el devenir: Ojalá tarden mucho en llegar los "días de ná".