28.10.07

Lucía o los sucios trenes que iban hacia el norte

La "Señá" Lucía mira a través del empañado cristal de la ventana del comedor que esta noche da directamente a la primera luna llena del otoño. Y, a través del cristal, no ve las desiertas y mojadas calles del centro de su ciudad, sino las tardes soleadas que 40 años atrás llenaban los veranos del pueblo donde nació. Y, la Señá Lucía, esboza lo que parece ser una sonrisa medio desdibujada mientras piensa en lo que le dijo su nieto el otro día:
- Abuela, ¿sabías que recordar significa "volver a vivir"?.
La Señá Lucía, mientras mira a través del empañado cristal de la ventana del comedor no puede dejar de preguntarse por qué si se supone que recordar es volver a vivir, se siente tan triste cada vez que recuerda los buenos tiempos.

11.10.07

Hasta la victoria.... ¿siempre?

Como todo el puto mundo respetable sabe, esta semana se han celebrado los actos conmemorativos del 40 aniversario de la muerte del Che.

En primer lugar, debo decir que nunca he entendido las celebraciones que coinciden con la muerte de alguien (si acaso, podría entender las que coincidieran con la fecha del nacimiento). En segundo lugar... ¿cada cuánto se supone que hay que hacer una gran celebración? es que entiendo lo de las "bodas de plata" y las de oro, pero lo de los 40, muy a mi pesar, me suena a cadena de radiofórmula bisbaleña (o bisbalense, que no recuerdo el gentilicio...)
Sin embargo, ahora que lo pienso, puede que no esté tan mal lo de celebrar los 40, porque como dice Kevin Johansen, cada vez más "parece McGuevara's o CheDonald's". Su imagen, más gastada que el discurso de Ramoncín (2.650.000 resultados en la búsqueda gráfica de Google), se ha convertido en el logo con el que cientos de miles de adolescentes (y no tan adolescentes) se visten e identifican, sin darse cuenta de que haciéndolo, están sirviendo a las mismas ideas a las que curiosamente se oponen.
No seré yo quien diga algo malo del Che, entre otras cosas, porque reconozco que no he leído mucho de su vida. No obstante, le tengo por un auténtico libertador como otros tantos a los que francamente admiro. De hecho, como con tantos otros a los que admiro y de los que ya he hablado en otras ocasiones, me ocurre que no puedo dejar de preguntarme si ésta era la Victoria tan soñada por el Che. Es más... dudo mucho que siquiera fuera ésta.