Si vas a hacerlo mal, hazlo bien (mal)

Soy perfeccionista, pero poco.

Volviendo hoy hacia el que esta semana es mi hogar, he decidido hacer una foto a un establecimiento que desde que me quemó la retina al verlo, se ha adueñado de mi cerebro.
Quien quiera que fuera su "artífice" (diseñador, decorador o términos similares me parecen fuera de lugar) decidió que todo incauto paseante que se cruzara con su obra se llevara un recuerdo imborrable a la tumba. Juzgad por vosotros mismos antes de seguir leyendo:



No obstante, mi ego perfeccionista (pero poco) me hace sugerir al engendrador de tamaña agresión a la vista un pequeño cambio que redondea la intención de su obra. ¿A qué está mucho mejor? Ponedle "música" de Conchita y todo tendrá sentido:

Ese muchacho triste, solitario..... y genial

Hoy venía inspirado para escribir una entrada, pero he leído esta noticia y sólo me han quedado ganas de postear esto:


Descanse en paz.

Perdido, como un pizzero en La Laurel

Hace poco encontré el verso que le faltaba a aquella canción de Sabina.

El pobre telepizzero andaba buscando lo que debía ser una dirección muy complicada, ajeno a lo surrealista de la estampa que dejaba en una calle, que más que una calle, es todo un símbolo de mi ciudad.

No os lo perdáis, frikirssssss!!!

A pesar de mi alejamiento blogueril, algo habrá que todavía me empuje a recordar mi clave de acceso del Blogger y teclear cuatro líneas.
Desde que empecé a vomitar mis ideas en este teclado hace ya un tiempo, siempre he intentando hacerme eco de un evento tan singular como necesario.

EL DÍA DEL ORGULLO FRIKI

Hace un año, en la ciudad en la que vivo organizaba una actividad para conmemorar un día en el que los apasionados de hobbies cada vez menos marginales (rol, videojuegos, informática, ciencia-ficción, series, comics, etc...) tenían la oportunidad de mostrarse sin complejos al resto del mundo, con dignidada y orgullo (friki).

El resultado sorprendió hasta al dueño del garito donde organicé el evento ya que varios medios de comunicación dedicaron más de una página al asunto.

Pues bien, un año más tarde, un visionario llamado Tarilonte ha decidido coordinar (lo más difícil cuando organizas) todas las disciplinas frikis y montar un festival que va a dar mucho que hablar: EL FRIKOÑO - la semana Friki de Logroño.




La gente se ha volcado con la idea y cada uno hemos aportado lo que buenamente hemos podido y querido. Con ilusión y poco presupuesto, el FRIKOÑO (se debe escribir siempre en mayúsculas como el propio Tarilonte dice) es ya un hecho imparable. Por mi parte, estoy revisando el Friquiz que monté el año pasado para renovarlo y mejorarlo (Friquiz 2.0) y mi grupo (Los Orgánicos, sin Myspace ni ostias ;)) actuará en la sesión inaugural del festival el día 22 de Mayo a las 22:00 en el Biribay Jazz Club, ese centro social en el que además sirven bebidas (es injusto etiquetarlo como bar en el que hacen conciertos).

Queda dicho, para todo aquél que se quiera acercar. Os aseguro risas y "música de la buena, de la de toda la vida".

Sólo comentar tres cosillas más: creo que merece un poco de mención pública la buena disponibilidad de todos y cada uno de los que participarán en el festival, de Tarilonte en especial, y el autor del cartel, que me parece una obra maestra :D.

Eco

"Esto que estás oyendo ya no soy yo.... es el eco del eco del eco de un sentimiento..."

Eso dice el maestro Drexler en una de sus soberbias canciones. Pero en realidad esto que estás leyendo todavía soy yo.

Acabo de leer la fecha de la última entrada y no he podido evitar esbozar una sonrisa. Si en lo que a economía incumbe los Días de Mucho pasados están quedando como claras Vísperas de lo que todos sabemos, hablando de otras de las cosas que dicen que hay en la vida, el refrán puede leerse al revés.

Lo que ni antes ni ahora parezco encontrar es tiempo. Unamos esto a que nunca me ha parecido oportuno una entrada en plan despedida, y podemos definir este periodo como un lapso de tiempo en el que las musas han ido a ayudar a algún otro que las necesita más que yo.

El caso es que dicen que las mejores canciones son las que se escriben estando más triste. Si extrapolamos el asunto a esto del blog, escribiré por el momento:
Bendito síndrome de la página en blanco.