31.10.08

¿Coincidencia?

No suelo ver muchos videoclips. Un buen amiguete siempre me está preguntando si he visto el vídeo de tal canción o tal otra, y mi respuesta es siempre la misma: "me temo que no"
Digo esto, porque los vídeos que voy a publicar son fruto de la búsqueda que se produce cuando una canción te gusta MUCHO, y simplemente deseas saber un poco más de ella.

Hace un tiempo conocí a Beirut, grupo al que me enganché de inmediato, gracias especialmente a ésta canción:




Como podéis ver, el vídeo es realmente bueno, con la grabación en un sólo plano, sonido en directo, sin artificios, COJONUDO.
Pues bien, hace unos meses (bastante tiempo después de conocer Beirut) llegó a mis oídos el grandísimo álbum de Vetusta Morla - "Un día en el mundo" y con él, una canción que se me metió en el lóbulo frontal entre ceja y ceja, tanto como para buscar su vídeo. Éste es el que sigue:



Bueno... desde mi respeto y profundísima e incondicional admiración a los dos grupos... no se puede negar cierto parecido... ¿no?

Veo veo...

Les está pasando a los economistas con la crisis como a los meteorólogos con el cambio climático: les han cambiado las reglas del juego que aprendieron de memoria y sus predicciones valen lo mismo que una mierdecica pinchá en un palo. Lo jodido es que la mierdecica vamos a acabar comiéndonosla nosotros, y el palo... bueno, mejor no digo lo que harán con el palo...

23.10.08

Ay, ay ayayayyyyyyy, canta y no llores...

No puedo evitar, a pesar de lo serio del asunto, esbozar una sonrisa y dedicarle con todo mi cariño esta cancioncita a nuestro ínclito presidente. Como diría un amigo mío: "no te vistas, que no vas".

Sangre (de Cristo) y Arena

Esta tarde paseando me he encontrado una pintada en serie a la que no me he podido resistir. No estoy seguro de si es una estupidez o una genialidad, pero tiendo a inclinarme por la segunda.
Olé por el autor! digo... Amén....

20.10.08

Tengo una pregunta para usted...

... bueno, en realidad tengo tres.

Y las tres son para usted, señor Roca, porque creo que es el único al que puedo preguntárselas. Hay ciertos asuntos que las mentes sensibles considerarían con desdén escatológicos, obviando que precisamente la Escatología tiene nombre de ciencia. Tres dudas rondan mi cabeza desde tiempos inmemoriales y por fin me lanzo a preguntarlas.

1- ¿por qué algunas personas (generalmente -y no únicamente- chicas) consideran que la forma CORRECTA de dejar su gran invento tras haber hecho uso de sus funciones en mayor o menor grado es la de dejar la tapa intermedia bajada? ¿es por el hecho de que, de esa manera, al utilizarlo no tienen que ejecutar ese movimiento ascendente a todas luces desagradable? porque si ese es el motivo, debo decir que podemos esgrimir el mismo argumento aquéllos que necesitamos levantar la susodicha tapa para ejercer nuestro derecho al desalojo.
Propongo por ello declarar de ahora en adelante como único y verdadero estado correcto del adminículo en cuestión, aquél en el que ambas tapas se encuentran en su posición inferior, lo que me lleva a la siguiente pregunta....

2- si la posición correcta de reposo de su más que necesario artículo es tapado por ambas coberturas... ¿por qué encontramos tapas que atentan tan flagrantemente contra cualquier sentido de la estética como las que cubrían la taza de un restaurante de Estambul que recientemente visité? (véase foto adjunta)



3- para terminar... ¿CUÁNDO LLEGARÁN LAS ESCOBILLAS A LOS HOTELES DE CUATRO ESTRELLAS? ¿POR QUÉ CONTINUAR CON ESTA HUMILLACIÓN TAN INNECESARIA?

(me parece que voy a comer arroz toda esta semana).

He dicho.

8.10.08

Historia posible pero poco probable

¿que por qué hace tanto que no "actualizo contenidos"?

Pues puede ser porque volviendo de Irlanda, mi avión se vió obligado a efectuar un aterrizaje de emergencia en lo parecía ser un parque a las afueras de Guinea-Conakry y resultó ser el refugio de una tribu llamada los "M'opongo" (conocidos, entre otras cosas, por ser una de las tribus más negativas de África). Gente muy maja, oye... pero un poco caníbal. Eso sí, caníbales pero con glamour. Nada de ollas gigantes en las que cocer a los pobres incautos que caían en sus redes: tenían un pedazo de cocina industrial con cacerolas de las que anuncia el Arguiñano y muchísima clase. Ahí es donde reside el hecho diferencial que permitió que hoy esté redactando este engendro: la cocina de autor.

Tribu cultivada donde las haya, los M'opongo habían elevado el canibalismo a la categoría de Novelle Cuisine, preparando todo tipo de platos dignos de condecoraciones Michelín. Según el Chef de la tribu (antiguamente era el Hechicero, pero tras un curso de reciclaje en El Bulli cambió el báculo de las ceremonias por la cuchara de palo) la carne con alta concentración de grasas saturadas no es adecuada para la elaboración de espumas, mixturas con hidrógeno líquido o crujientes. Según parece, con mis lorzas poco más se podían hacer que unos buenos callos o un cocidito madrileño con sus sacramentos, pero hace mucho que la cocina tradicional pasó de moda en Guinea-Conakry... así que me soltaron...

Tras atravesar un desierto, dos montañas y tres ríos, llegué a Ceuta.
Yo ya había estado allí, porque los Padres Capuchinos me llevaron de viaje de estudios cuando tenía 14 años, así que me dirijí al lugar que mejor conocía: la calle de las tiendas de radiocassettes de doble pletina. Allí las cosas habían cambiado mucho, recuerdo perfectamente la tienda en la que compré mi radiocassette Brighton -que me costó 6.000 delasantiguaspesetas- y en ella sólo había ahora imitaciones de Ipod Nano y pollos de goma para lanzarse en tirolina (supongo que el reciclaje es algo que acaba llegándonos a todos tarde o temprano). Pedí trabajo y me convertí en el vendedor del mes (ahora entenderéis la bajada del índice Nikkey hace un par de semanas).

Creyendo que había tocado techo como vendedor de pollos de goma para tirolina y dándome cuenta de que echaba de menos mi cama, pedí la cuenta y me fui. Como la suma a la que ascendían mis posibles no era muy boyante, decidí coger un ferry y, de paso, ver los delfines y ballenas del estrecho. Fue imposible. Según parece, desde la última travesía de David Meca, todas estas bellas especies decidieron que el intrusismo de los mamíferos terrestres dejaba sus vidas carentes de sentido y decidieron tomar medidas drásticas.

Una vez en Cádiz, me senté tranquilamente a comer un poco de jamoncito delquepica. Llamé al camarero, me indicó que "Ya mimmo" me lo traía, y dos semanas más tarde me levanté y me fui de la terracita sin haber probado bocado porque mi columna no está ya para esos trotes, y una especie de llaga sangrante asomaba por mis posaderas.

Esa fue mi última parada, ya que en la estación de ADIF (el artista bifor noun como RENFE) pillé un tren que me transportó hasta la mismita puerta de mi casa. Me despedí gentilmente de los cientos de mujeres atractivas -y no tanto- que me habían pretendido durante el viaje y me eché a dormir en mi camita. Nada más despertarme esta tarde, lo primero que he hecho es postear esta historia.

Así que ya sabéis por qué he tardado tanto en actualizar los contenidos.... aunque claro, siempre habrá alguno que diga que soy un puto vago... lo que hay que oir!!!!